"En literatura no hay temas buenos ni temas malos, hay tan sólo temas bien o mal tratados"

Ese sentimiento, podría ser calificado de extrañamiento; en cualquier momento puede suceder, hay como pequeños paréntesis en esa realidad y es por ahí, donde una sensibilidad preparada a ese tipo de experiencias siente la presencia de algo diferente, siente, en otras palabras, lo que podemos llamar lo fantástico.
Eso no es ninguna cosa excepcional, para gente dotada de sensibilidad para lo fantástico, ese sentimiento, ese extrañamiento, está ahí, a cada paso, en cualquier momento y consiste sobre todo en el hecho de que las pautas de la lógica, de la causalidad del tiempo, del espacio, todo lo que nuestra inteligencia acepta desde Aristóteles como inamovible, seguro y tranquilizado se ve bruscamente sacudido, como conmovido, por una especie de viento interior que los desplaza y que los hace cambiar.
Ese sentimiento de lo fantástico, es según Julio Cortázar, sobre todo un sentimiento e incluso un poco visceral, un sentimiento que lo acompaña desde el comienzo de su vida, desde muy pequeño, mucho antes de comenzar a escribir, se negaba a aceptar la realidad tal como pretendían imponérsela y explicársela padres y maestros.
Siempre asumió el mundo de una manera distinta, entre dos cosas que parecen perfectamente delimitadas y separadas, para él hay intersticios por los cuales, pasaba, se colaba, un elemento, que no podía explicarse con leyes, que no podía explicarse con lógica, que no podía explicarse con la inteligencia razonante.
Ahora bien, buscando la manera de hallar mayor concreción, desde la literatura misma, el cuento como género literario constituye un poco la casa, la habitación de lo fantástico, que a su vez encuentra la posibilidad de instalarse en él y eso quedó demostrado para siempre en la obra de un hombre que es el creador del cuento moderno y que se llamó Edgar Allan Poe.
Para otros autores como es el caso de Jorge Luís Borges asumir la literatura fantástica como una expresión de la concepción filosófica existencialismo es también una tentativa. Esto explica que el género fantástico sea tan adecuado para traducir literariamente los ataques que el escepticismo filosófico dirige contra toda idea metafísica así como contra la excesiva seguridad y rigidez con la que los pensadores dogmáticos dicen comprender la realidad. Estudiar la interacción entre el género fantástico y el escepticismo borgeano puede permitirnos comprender con mayor profundidad no sólo el significado de sus relatos fantásticos sino también el de toda su obra.
Lo fantástico y lo misterioso no son solamente las grandes imaginaciones del cine, de la literatura, los cuentos y las novelas. Está presente en nosotros mismos, en eso que es nuestra psiquis y que ni la ciencia, ni la filosofía consiguen explicar más que de una manera primaria y rudimentaria.
El miedo, la angustia y el vértigo existencial forman parte del ser humano desde que es hombre, desde que tiene capacidad de simbología y de ahí en adelante se inventa algo para explicarse el mundo. Hoy en día, aseguró, el artista sigue manifestando ya sea en literatura, pintura o en cine esa angustia y ese temor de vivir o simplemente al más allá, la trascendencia y lo desconocido. Por lo que respecta a la literatura y el cine fantásticos, en el siglo XIX, en una sociedad dominada por "los tabúes" y en la que la "religión, la moral y las costumbres" no se podían transgredir, el género fantástico lo hizo a través de la sugerencia.
En ese escenario, el vampiro "realmente posee -sexualmente- a la chica", a pesar de que se utilice para ello la metáfora de la mordedura. Así, Drácula clava sus colmillos en la yugular de una joven, que pasa entonces de la inocencia y la moral, adentrándose en los predios del morbo y no obstante, lo único que se ve es una cara que cambia de semblante.
El género fantástico siempre transgrede un tabú, a veces para disfrazarlo lo explica diciendo que el personaje estaba loco o estaba bajo el efecto de las drogas o estaba dormido, dicho género ha ayudado al hombre a enfrentarse a sus miedos. Se caracteriza porque utiliza la magia y otras formas sobrenaturales como un elemento primario del argumento, la temática o el ambiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario