lunes, 5 de noviembre de 2012

Casa Tomada




Casa Tomada


La Casa tomada es uno de los seis cuentos que forma parte de la obra Bestiario, presenta un mundo penetrado de elementos irracionales por medio de un lenguaje claro y contenido. Estos cuentos hablan de objetos y hechos cotidianos que pasan a la dimensión de la pesadilla o de la revelación de un modo natural e imperceptible. Se puede observar claramente en ellos las características de la escritura de Cortázar: el humor, el absurdo y lo fantástico (Casa tomada es un ejemplo de lo fantástico).

El relato ha comentar es un cuento literario, ya que es de autor conocido y, a diferencia del cuento tradicional, muestra más elaboración en sus elementos: tiempo, lugar, personajes, etc. Además, tiene como rasgo principal la brevedad y la intensidad.

Sigue la estructura planteamiento-nudo-desenlace. En el planteamiento se describe la casa, la importancia que tiene para ellos y como viven ella; en el nudo se narra la acción principal, como “los otros” se van apoderando de la casa; y, finalmente, el desenlace, que explica como se acaban adueñando de la casa y echando fuera a los inquilinos de esta.

El conflicto central admite nuevos episodios, por tanto, es abierto. Este conflicto no queda claramente resuelto. Los hermanos son echados de la casa pero donde van después de esto y como viven desde entonces nos es desconocido, al igual que el origen de lo que se acaba apropiando de la casa.

El narrador es el propio protagonista, la acción es narrada en primera persona, por tanto, participa activamente en la historia que cuenta.

El escaso diálogo que mantienen los hermanos esta escrito en estilo directo, se reproducen literalmente las palabras que se dirigen ambos.


Personajes

En este cuento podemos encontrar dos personajes, Irene y el narrador, su hermano.
  • Irene
la descripción que el narrador hace de ella es bastante amplia, mucho más que la que hace de él mismo.
Se la considera como una mujer adulta, de unos 40 años, que ha pasado toda su vida cuidando de la casa con su hermano y que en consecuencia su vida social es muy reducida.
Su personalidad es muy calmada.
Pertenece a una situación social bastante buena, no le falta el dinero. Este dinero procede del conreo de las tierras de la familia, por lo que ninguno de los personajes no desempeña otra actividad que administrarlo.

  • El narrador 
Su personalidad y edad es muy parecida a la de su hermana,
La actividad diaria es exactamente la misma a excepción que él cocina (él preparaba el almuerzo).
Es muy tradicional y metódico, como Irene.
No está casado ya que su amor murió antes de comprometerse. Para ocupar las horas muertas se dedica a leer literatura francesa, cuando toman la casa y no puede acceder a los libros


Opinión


Los dos hermanos son expulsados de su pequeño y cerrado “paraíso” y arrojados a la vida, a un mundo desconocido. Significativamente lo único que consiguen salvar de la casa es un reloj, que les recuerda obsesiva mente su temporalidad, su condición de mortales.

Muchos críticos afirman que Casa tomada es una sátira del Peronismo, movimiento político contrario a las ideas de Cortázar, y de la situación de Argentina a final de los años cuarenta. El autor no rechazó totalmente esta hipótesis y afirmó que era probable que sus emociones se hubieran plasmado de este modo en el cuento, aunque no fuera esta su intención. De ser así, los pocos datos sobre tiempo histórico y espacio, que se ofrecen a lo largo del cuento, si que serian importantes y aportarían un significado a la obra.

Otra interpretación es simplemente un cuento que busca contar una historia fantasmal de otra manera de una manera mas creativa, pues se puede pensar que los personajes son fantasmas que están en la casa hasta que llegan personas reales a ocuparla y por esta razón es que ellos no se toman tan a la ligera, el abandono de la casa.





El sentimiento de lo fantástico

"En literatura no hay temas buenos ni temas malos, hay tan sólo temas bien o mal tratados"





Ese sentimiento, podría ser calificado de extrañamiento; en cualquier momento puede suceder, hay como pequeños paréntesis en esa realidad y es por ahí, donde una sensibilidad preparada a ese tipo de experiencias siente la presencia de algo diferente, siente, en otras palabras, lo que podemos llamar lo fantástico.

Eso no es ninguna cosa excepcional, para gente dotada de sensibilidad para lo fantástico, ese sentimiento, ese extrañamiento, está ahí, a cada paso, en cualquier momento y consiste sobre todo en el hecho de que las pautas de la lógica, de la causalidad del tiempo, del espacio, todo lo que nuestra inteligencia acepta desde Aristóteles como inamovible, seguro y tranquilizado se ve bruscamente sacudido, como conmovido, por una especie de viento interior que los desplaza y que los hace cambiar.

Ese sentimiento de lo fantástico, es según Julio Cortázar, sobre todo un sentimiento e incluso un poco visceral, un sentimiento que lo acompaña desde el comienzo de su vida, desde muy pequeño, mucho antes de comenzar a escribir, se negaba a aceptar la realidad tal como pretendían imponérsela y explicársela padres y maestros.

Siempre asumió el mundo de una manera distinta, entre dos cosas que parecen perfectamente delimitadas y separadas, para él hay intersticios por los cuales, pasaba, se colaba, un elemento, que no podía explicarse con leyes, que no podía explicarse con lógica, que no podía explicarse con la inteligencia razonante.

Ahora bien, buscando la manera de hallar mayor concreción, desde la literatura misma, el cuento como género literario constituye un poco la casa, la habitación de lo fantástico, que a su vez encuentra la posibilidad de instalarse en él y eso quedó demostrado para siempre en la obra de un hombre que es el creador del cuento moderno y que se llamó Edgar Allan Poe.

Para otros autores como es el caso de Jorge Luís Borges asumir la literatura fantástica como una expresión de la concepción filosófica existencialismo es también una tentativa. Esto explica que el género fantástico sea tan adecuado para traducir literariamente los ataques que el escepticismo filosófico dirige contra toda idea metafísica así como contra la excesiva seguridad y rigidez con la que los pensadores dogmáticos dicen comprender la realidad. Estudiar la interacción entre el género fantástico y el escepticismo borgeano puede permitirnos comprender con mayor profundidad no sólo el significado de sus relatos fantásticos sino también el de toda su obra.

Lo fantástico y lo misterioso no son solamente las grandes imaginaciones del cine, de la literatura, los cuentos y las novelas. Está presente en nosotros mismos, en eso que es nuestra psiquis y que ni la ciencia, ni la filosofía consiguen explicar más que de una manera primaria y rudimentaria.

El miedo, la angustia y el vértigo existencial forman parte del ser humano desde que es hombre, desde que tiene capacidad de simbología y de ahí en adelante se inventa algo para explicarse el mundo. Hoy en día, aseguró, el artista sigue manifestando ya sea en literatura, pintura o en cine esa angustia y ese temor de vivir o simplemente al más allá, la trascendencia y lo desconocido. Por lo que respecta a la literatura y el cine fantásticos, en el siglo XIX, en una sociedad dominada por "los tabúes" y en la que la "religión, la moral y las costumbres" no se podían transgredir, el género fantástico lo hizo a través de la sugerencia.

En ese escenario, el vampiro "realmente posee -sexualmente- a la chica", a pesar de que se utilice para ello la metáfora de la mordedura. Así, Drácula clava sus colmillos en la yugular de una joven, que pasa entonces de la inocencia y la moral, adentrándose en los predios del morbo y no obstante, lo único que se ve es una cara que cambia de semblante.

El género fantástico siempre transgrede un tabú, a veces para disfrazarlo lo explica diciendo que el personaje estaba loco o estaba bajo el efecto de las drogas o estaba dormido, dicho género ha ayudado al hombre a enfrentarse a sus miedos. Se caracteriza porque utiliza la magia y otras formas sobrenaturales como un elemento primario del argumento, la temática o el ambiente.